Metas y objetivos realistas para año nuevo y como hacerlas realidad.

Ya paso el 2020 y aquí estamos ya en el deseado 2021. Pasaron días de confinamiento, de incertidumbre y crisis debido al Coronavirus. No debemos bajar la guardia porque aún está entre nosotros.

La pregunta que me hago hoy 1 de enero es: ¿Cómo voy a mejorar y convertirme en una mejor versión de mismo?, ¿Qué pasos voy a dar  y en que dirección para ser mejor?

Esperamos la entrada de año para pensar e idealizar un montón de buenos propósitos, planes e ideas para cambiar nuestra vida a partir del 1 de enero.

Pues bueno aquí tenemos al 1 de enero.

Hagamos esta pregunta: ¿Qué vamos a hacer hoy para mejorarnos?

Si, yo también he hecho miles de planes, metas, objetivos, propósitos, todos con la firme idea de empezar el 1 de enero.

"Para qué voy a empezar antes, que más da, si ya queda poco para que termine el año.

"Así que voy a pegarme un homenaje antes de que termine para así empezar con mis objetivos y metas para el próximo año."

Más o menos así ha sido muchas veces mis palabras dentro de mi cabeza. Este suele ser el diálogo interno normal antes de tu gran idea de empezar el año nuevo con energía y determinación para ir a por tus metas y objetivos.

La cuestión es que empiezas mal el año (te lo digo por mi propia experiencia), porque nada más terminar el año y con la última campanada, lo primero que haces es beber, fumar y emborracharte en el peor de los casos.

¡Pues empezamos bien el año!

Seguro que alguna de estas cosas estaba en tu lista de propósitos y objetivos para eliminar:

Vamos a ponernos en contexto:

Lista de propósitos y objetivos para año nuevo.

El jueves fue el último día del año (Guau!) y este fin de semana seguro que tienes pensado tomarte un momento para hacer la GRAN y temida lista de propósitos, objetivos y metas para el próximo año.

¿Y por qué digo "temida"?

Pues porque parece ser que es la vuelta a la realidad que muchos no quieren ver.

Lo queramos o no, la Navidad es la excusa perfecta para descuidar esos hábitos que en realidad no nos gusta mucho tener...

Me refiero a que es cuando desaparecemos del gimnasio, nos olvidamos de la dieta, dejamos de meditar cada mañana...

...o volvemos a malos hábitos como beber mucho alcohol o fumar.

Y claro, empezamos con nuestros "es ques", "es que es la cena de empresa", "es que es Navidad", "es que es una vez al año, no pasa nada..."

Pues malas noticias: SÍ que pasa.

Pasa que el 1 de enero nos sentimos culpables, y queremos hacer todos los propósitos y buenos hábitos de golpe, como por arte de magia.

Y claro, luego llega febrero o marzo y...¿dónde se queda la lista de buenas intenciones para 2021?

Pues te lo diré: guardada en un cajón hasta el próximo 31 de diciembre.

Así que, este año, yo te propongo una nueva manera de hacer tu lista de propósitos.

Me gustaría darte los consejos que nadie suele dar, porque si siempre haces lo mismo, no puedes esperar resultados diferentes (esta frase no es mía, la dijo Einstein).

Allá vamos...

Llamemos a las cosas por su nombre. 

Te propongo que a partir de ahora no te pongas propósitos, sino objetivos.

Un propósito parece algo lejano, como que por escribirlo en un papel y desearlo muy fuerte no se va a hacer realidad.

Pero un objetivo, bien planificado en el tiempo y si realizas acciones concretas, es muy probable que se cumpla.

Por lo tanto, ponte buenos objetivos y no los “propósitos de siempre”

¿En cuántas de tus listas de propósitos para año nuevo has escrito "perder peso" o "aprender inglés"?

Estoy seguro de que hay gente leyendo esto que lleva escribiendo lo mismo desde 1998.

Hay modelos muy buenos para ponerse objetivos como el SMART (también llamado SMARTER) o GROW.

Pero que básicamente, vienen a decir: ponte un objetivo realista, concreto y con un tope de tiempo.

No es lo mismo decir: "quiero perder peso" que "voy a contratar a un nutricionista, me voy a apuntar a CrossFit, y en 6 meses voy a perder 18 kg"

Nada que ver, ¿verdad?

¿De verdad quieres conseguir lo que estás escribiendo en la lista?

Hace tiempo, cuando iba a la Universidad, escribí esto en mi lista de propósitos...

"Aprobar todas las asignaturas de este año, graduarme y apuntarme a un Máster en septiembre"

Y lo hice, sí...pero resulto totalmente decepcionante.

Cuando cumplí esto, no me sentí feliz. ¿Donde esta la felicidad?

Y es que no me había parado a pensar que no estaba proponiéndome lo que quería, sino lo que se suponía que tenía que hacer.

Ahora que lo pienso, me habría encantado tomarme un año sabático para irme a viajar por el mundo y encontrarme a mi mismo.

O, terminar la carrera, pero en lugar de seguir estudiando, haberme ido fuera a trabajar.

No me arrepiento de nada, porque pienso que si estoy aquí, es por todo lo que he vivido.

Pero es un buen ejemplo para decirte que tus objetivos deben ser tus sueños, pero con una fecha y un plan de acción.

No te quedes en escribir el propósito...ve más allá

Es muy buena idea que elabores un plan de acción sobre cómo vas a conseguir cada propósito.

Si lo prefieres, puedes hacerlo en forma de calendario, apuntando qué vas a hacer cada mes o semana para acercarte un poco más a él.

Incluso puedes ponerte un pequeño propósito por cada mes que tiene el año.

Esto es un poco a gusto del consumidor...

¡Deconstruye esa típica lista y transfórmala en un mapa de tus sueños!

Tu formación y tu crecimiento personal deberían ser una prioridad.

Desde hace un tiempo, mi desarrollo personal y profesional están en
mi lista de objetivos cada año.

Cada vez más personas le dan importancia a esto, sin embargo no todas
saben por dónde empezar.

Es por eso que tienes que tener un plan bien definido en el
tiempo, al universo hay que ponerle fechas y cuanto más concretas mejor.

Lista típica de objetivos y metas para año nuevo.

La típica lista de objetivos que nos ponemos año tras año en mente o es más o menos así:

Podría seguir con mas pero voy a dejar estas porque; ¿sabéis una cosa?

Que solo el 8% lo consigue, el otro 92 % abandona.

Un 25 % de las personas abandona en la primera semana, el 77 %  lo deja después de la primera semana y el 40 % restante lo deja pasados varios meses.

Con lo cual nos queda 8 % que son héroes para mi. ¡Ole sus huevos y ovarios!.

Lista NO típica de objetivos y metas para año nuevo.

También podríamos hacer una lista como esta, no es muy común pero seguro que si llegamos a final de año con solo 3 objetivos cumplidos de esta lista estaría genial.

¿Por qué abandonamos nuestra lista de objetivos y metas para año nuevo.?

Una vez que tenemos nuestra gran lista de objetivos y propósitos para el nuevo año, nos levantamos el día elegido para empezar a cumplir nuestras metas.

Nos sentimos motivados e inspirados para iniciar el bonito camino del cambio.

Y si, los primeros días empieza lo cosa bien, pero después surgen "complicaciones".

Complicaciones del tipo:  Salgo del trabajo más tarde, me llaman para hacer algo y tengo que ir, un atasco de tráfico que te hace llegar tarde a casa, una llamada inesperada que te trastoca el día, etc.

Si llevamos 3 o 4 días cumpliendo nuestros objetivos, estas complicaciones van a conseguir que dejemos de hacer esa cosa que teníamos que hacer.

Al final la complicación te lleva a su terreno, tú te dejas llevar y lo pospones para mañana porque mañana se te dará mejor el día. Aquí tienes tu primera excusa.

¿Por qué pasa esto?, esto ocurre porque no estamos comprometidos al 100 % con nuestras metas y objetivos de año nuevo.

Complicaciones vas a tener muchas veces, lo que tienes que tener es un plan alternativo que te funcione ante estas complicaciones.

Por ejemplo, si coges un atasco y esto te hace llegar tarde a casa y no puedes ir al gimnasio porque ya se te hace tarde, lo que tienes que hacer es tener un plan para hacer ejercicio en casa cuando esto te ocurra.

Si estás comprometido al máximo con tus objetivos, un atasco de tráfico no puede ser la excusa para abandonar a la primera de cambio.

También abandonamos nuestros objetivos, propósitos y metas de año nuevo por estos motivos.

Objetivos y metas poco realistas y difíciles de cumplir.

Es uno de los motivos principales por los cuales abandonamos nuestros propósitos y metas.

Objetivos como estos son difíciles de cumplir a no ser que estés muy pero que muy comprometido con ellos.