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Cómo empezar a vivir el momento presente y dejar de preocuparte
En este mundo loco y rápido en el que vivimos oímos a la gente hablar de la importancia de vivir el momento presente, el Carpe Diem y de como nos beneficia.
Todo suena muy bien, pero ¿cómo podemos vivir en el presente cuando nuestra mente está constantemente preocupada por el pasado o planificando el futuro?
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En este artículo, te voy a hablar de algunos de los beneficios de aprender a vivir en el momento presente que quizás no conozcas.
Luego, veremos algunos de los obstáculos y por qué nos preocupamos. Por último, y lo más importante, te mostraré cómo vivir el momento y dejar de preocuparte mediante algunas prácticas sencillas que puedes incorporar fácilmente en tu día.
El resultado: Si lo eliges, una vida más feliz, plena y consciente.
La importancia de vivir el momento
"El secreto de la salud, tanto de la mente como del cuerpo, no es lamentarse por el pasado, ni preocuparse por el futuro, ni anticiparse a los problemas, sino vivir en el momento presente con sabiduría y seriedad" . Buda
Aunque de entrada y después de leer la cita de Buda pueda parecer difícil vivir el momento presente, cuando lo consigues tiene innumerables beneficios.
Mejora tu salud.
Al reducir el estrés y la ansiedad, se evitan muchas de las consecuencias para la salud como la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas y la obesidad.
Los estudios han demostrado que vivir en el momento presente también mejora el bienestar psicológico.
Mejora de tus relaciones personales.
¿Has estado alguna vez con alguien que está físicamente presente, pero que mentalmente está a un millón de kilómetros?
Estar con personas no disponibles es una lucha, y construir relaciones con ellas es extremadamente difícil.
¿Y qué hay de estar con alguien que está totalmente presente?
Nos gusta estar con ella o él porque podemos establecer una conexión mucho más profunda.
Al vivir en el momento presente, puedes ser esa persona con la que otras personas disfrutan estando, y haces que las relaciones sean mucho más fáciles.
Mayor autocontrol.
Tienes un mayor control sobre tu mente, cuerpo y emociones cuando vives el momento presente.
Imagina cuánto mejor sería tu vida si no estuvieras a merced de una mente acelerada de emociones impredecibles, pensamientos negativos pasados y futuros.
Seguro que estarías más en paz contigo y serías mucho más feliz.
¿Por qué nos preocupamos?
Antes de responder a esta pregunta, es importante distinguir entre inquietud y preocupación.
Cuando estamos inquietos por algo, lo más probable es que nos enfrentemos a un problema real con soluciones reales.
Entonces, una vez que asumimos el problema, estamos dispuestos a vivir con el resultado.
La preocupación, por el contrario, implica un pensamiento poco realista.
Te preocupas por un problema que no existe y piensas en todo lo malo que puede pasar.
Cuando vives con la preocupación estas en modo víctima y bloqueado. Desde esa posición te sientes incapaz de afrontar un resultado favorable.
Siempre vas a tener que asumir que vivir con la incertidumbre y la indecisión es parte de esta vida.
Vas a tener que tomar decisiones que no son fáciles de elegir y seguramente algunos de tus problemas no tendrán el resultado que deseabas.
Te vas a enfrentar a problemas que escaparan a tu control, una crisis económica, una pandemia mundial, problemas de salud de tus familiares, y muchas más cosas.
En estos casos, va a ser más difícil evitar la preocupación y no vivir en el presente, pero no es imposible.
3 pasos para empezar a vivir el momento presente
¿Quieres vivir el momento presente y no sabes cómo? Pues aquí te dejo una serie de trucos o tips para que los pongas en práctica.
Por supuesto no te creas nada, pruébalo, experimenta y encuentra la forma de sentirte un vividor o vividora del presente.
1. Superar la preocupación
Para superar la preocupación, necesitas hacer dos cosas:
Calmar tu mente.
Cuando calmas tu mente, eres capaz de ver con más claridad.
La razón por la que algunos problemas parecen tan desalentadores es que nuestra mente va tan rápido que no podemos ver las cosas como realmente son.
Entonces, nos inventamos un montón de escenarios posibles en nuestra mente, nos montamos una película que ganaría el Óscar a la mejor película dramática o de terror.
Sin embargo, la mayoría de estos escenarios o películas que te montas en tu cabeza es poco probable que se hagan realidad.
Además de ver con más claridad, una mente tranquila te ayudará a pensar de forma más realista.
Un pensamiento poco realista está alimentado por la confusión y las emociones incontroladas.
Calmar la mente reducirá tu confusión y calmará las emociones que sientes permitiéndote vivir el presente.
Y para calmar la mente, nada mejor que el mindfulness y meditación. Y si te gusta correr puedes practicar el mindfull-running.
Centrarse en las soluciones en lugar de en los problemas.
Algunas personas tienden a estar más orientadas a las soluciones y otras a los problemas.
Hay factores que pueden determinar si eres una persona resolutiva ante los problemas o de las que te bloqueas con ellos.
El género, nuestra infancia, la educación y sobre todo nuestras creencias, son alguno de los factores que condicionan que estés enfocando en resolver problemas o bloquearte con ellos y no parar de quejarte.
Si no estás orientado a la resolución de problemas, no te preocupes. Puedes entrenarte para preocuparte menos. Ya hablaremos de ello. (artículo en creación)
2. Identifica los obstáculos que te impiden vivir el momento presente.
En este ajetreado mundo actual, puede convertirse en un reto vivir el momento presente debido a como funciona nuestra mente y las influencias externas a las que estamos expuestos.
Mente acelerada.
Las personas muy ocupadas tienen una mente acelerada que nunca parece detenerse. Su mente se agita por el exceso de estimulación sensorial.
Cualquier cosa que estimule con algún pensamiento alguno de nuestros cinco sentidos desencadenará un pensamiento, y ese pensamiento lleva a otro, y luego a otro, y así sucesivamente.
Si tienes una vida ajetreada, todas tus actividades sobre estimularán tu mente y harán que parezca imposible frenarla.
Si te das cuenta de que te distraes fácilmente, puedes empezar con esta guía gratuita anti-distracciones (en proceso de creación)
Situaciones desagradables y un pasado problemático.
Ninguno de nosotros quiere estar en situaciones desagradables o recordar las del pasado.
Pueden hacer aflorar emociones dolorosas que no queremos sentir.
Entonces, ¿cómo afrontamos las emociones dolorosas?
Lo que normalmente hacemos es evitarlas, para ello llevamos nuestra mente a otro lugar y tiempo donde las cosas son o eran más agradables.
En otras palabras, evitamos vivir el momento presente.
Algunas personas, puede que seas tú, recurren a cosas que estimulan su placer sensorial, como la comida, el alcohol, el sexo o las drogas. Yo mismo he recurrido a estas cuatro alguna vez en mi vida.
Otras consumen sustancias legales como antidepresivos que lo único que hacen es embotar su mente y les impiden pensar en situaciones desagradables o estresantes.
Una mente distraída y errante.
Desde el momento en que nacemos hasta el momento en que morimos, nuestro cuerpo y nuestra mente están realizando activamente alguna función. Ya sea de manera consciente o inconsciente.
Una mente errante y distraída es improductiva en muchos casos.
Un pensamiento inicia una cadena interminable de pensamientos, y este proceso puede continuar hasta que necesitemos que nuestra mente haga una función específica o se distraiga con otra cosa. Entramos en un bucle de distracción con muchos pensamientos pasados y futuros que nos desconectamos del momento presente.
Ahora bien, hay ocasiones en las que una mente errante o distraída puede ser productiva, como cuando se crean obras de arte o se intenta encontrar soluciones creativas a los problemas.
En esos casos, necesitamos que nuestra mente explore diferentes posibilidades.
Influencias externas.
Las personas como tú y como yo a veces no somos plenamente conscientes de cómo nuestro entorno y las normas sociales influyen en nuestro pensamiento y comportamiento.
Las personas, instituciones, redes sociales, empresas compiten constantemente por nuestra atención.
Es una guerra constante y feroz por nuestra atención, un buen anuncio en redes sociales debe captar nuestra atención en menos de 2 segundos. Mira y experimenta por ti mismo.
Los medios de comunicación atraen nuestra atención hacia el pasado, y la publicidad suele hacerlo hacia el futuro.
Hay personas en nuestro entorno que están centradas en vivir situaciones pasadas y futuras y quieren convencernos de que vivamos de la misma forma. ¡Qué locura de mundo!
Es como el concepto tan manido del sueño americano o europeo, orientado hacia el futuro.
Nos dice que si adquirimos cosas y tenemos un buen trabajo, una familia, una casa, un buen coche, un mes de vacaciones, entonces seremos felices, sin embargo, este idílico sueño no nos ayuda a aprender a estar y vivir en el momento presente.
3. Empieza a practicar la atención plena
¿Cómo podemos empezar a vivir el momento en un mundo que intenta constantemente atraer nuestra atención hacia el pasado y el futuro?
Antes de entrar en las acciones concretas que puedes llevar a cabo, es importante entender qué es la atención plena.
¿Qué es la atención plena?
El concepto de mindfulness es bastante sencillo. Ser consciente de vivir el momento actual y más presente.
Cuando estás atento, tu atención se centra en lo que ocurre en el momento presente y estás en pleno contacto con la realidad.
Eres consciente de todo lo que ocurre en tu cuerpo, en tu mente, vives tus emociones y el mundo que te rodea.
Esto es muy diferente a pensar en estas cosas. Para desarrollar una mayor comprensión, no tienes que pensar en ellas, sino simplemente observarlas.
Con la atención plena, calmamos nuestra mente y nuestras emociones para poder ver con más claridad.
De esta forma, gran parte de nuestra comprensión vendrá de la simple observación. Cuando desarrollamos la atención plena, literalmente ampliamos nuestra conciencia.
Para desarrollar la atención plena, necesitamos entrenarnos para observar las cosas de forma más objetiva y neutra, es decir, sin que nuestras emociones o ideas preconcebidas influyan en nuestros puntos de vista.
No olvides que el presente es neutro y solo nosotros elegimos que está bien y que está mal.
Si estás preparado para vivir una vida mejor, sigue leyendo para conocer algunas prácticas sencillas de mindfulness que puedes incorporar a tu rutina diaria para ayudarte a vivir el momento.
No es necesario que las realices todas, sino que elijas las que más te gusten y se adapten a tu estilo de vida.
Meditación de atención plena.
La meditación de atención plena es el pilar para desarrollar la atención plena y vivir el momento presente.
Para practicar la meditación de atención plena, lo único que tienes que hacer es sentarte en silencio y observar tu respiración.
Cuando tu mente se desvíe, vuelve a centrarte en la respiración.
Observa cómo tus pulmones se expanden con cada inspiración y se contraen con cada exhalación. Deja que tu respiración se vuelva relajada y natural.
Empieza con unos 5 o 10 minutos al día, y ve subiendo hasta llegar a unos 20 minutos o más.
Esta práctica es muy eficaz y tiene beneficios tanto a corto como a largo plazo.
Si quieres saber más sobre la meditación de atención plena, mira estos artículos: Como empezar a meditar y Correr y meditar.
Respiración consciente.
Aunque esto puede parecer lo mismo que la meditación de atención plena, se trata de tomar breves descansos de vez en cuando (de 10 a 15 segundos) para observar tu respiración.
Deja de hacer lo que estés haciendo y haz unas cuantas respiraciones conscientes, y luego reanuda tu actividad.
Puedes realizar la respiración consciente en cualquier momento del día. Esto interrumpirá la aceleración de tu mente.
Es como quitar el pie del acelerador mientras conduces. Es una pausa refrescante que puedes tomar sin que nadie lo note.
Caminar o correr con atención plena.
Caminar es una actividad que se hace varias veces a lo largo del día. A menudo pensamos que estamos siendo productivos al enviar mensajes o llamar a alguien mientras caminamos, pero ¿realmente lo estamos haciendo?
En lugar de hablar por el móvil o dejar que la mente se pierda, ¿por qué no utilizar el paseo para entrenarse a vivir el momento presente y centrarte en la tarea que estás haciendo?
El paseo consciente es similar a la respiración consciente, pero en lugar de centrarse en la respiración, hay que centrarse en la marcha.
Presta atención a cada uno de tus pasos. Además, fíjate en los diferentes movimientos de tus brazos, piernas y torso. Cuando tu mente se distraiga, vuelve a centrarte en tu forma de caminar.
Incluso puedes hacer una meditación al caminar. Es decir, camina unos minutos al aire libre. Empieza por reducir el ritmo. Si reduces la velocidad de tu cuerpo, tu mente te seguirá.
Además de prestar atención a tu caminar, fíjate en los árboles, el sol, los edificios o montañas.
Un paseo consciente es agradable y puede ayudarte a que tu mente se calme y se aclare.
Comer con atención plena y viviendo el momento presente.
Comer es una actividad que la mayoría de nosotros realiza sin pensar. La razón es que no requiere tu atención para hacerla.
Por eso, muchos de nosotros intentamos hacer varias cosas a la vez mientras comemos. Podemos hablar por teléfono, enviar mensajes por el móvil, ver la televisión o incluso mantener una reunión.
El problema de no comer con atención es que no comemos lo que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan para rendir a un nivel óptimo.
Podemos comer alimentos poco saludables o en exceso, esto provoca problemas de salud, especialmente a medida que envejecemos.
La alimentación consciente tiene muchos beneficios para la salud, como evitar comer entre comidas, una mejor digestión e incluso la pérdida de peso.
Entonces, ¿cómo se come con atención plena y estando en el presente?
Empieza por ir más despacio y evita la tentación de distraerte con otra actividad.
A continuación te presentamos tres aspectos diferentes de la alimentación en los que puedes practicar la atención plena:
- Comer en sí mismo:
Centra tu atención en la elección de una porción de comida para introducirla en la boca.
Fíjate en el olor, el sabor y la textura mientras la masticas hasta hacerla casi líquida y finalmente trágala. Al igual que cuando sigues la respiración durante la meditación, presta mucha atención a todos los aspectos de la comida.
- Elige tus alimentos:
Aunque ya hayas elegido los alimentos antes de empezar a comer, puedes aprovechar para contemplar tus elecciones. Piensa en los nutrientes que tu cuerpo necesita para mantenerse.
- Contemplar el proceso:
La mayoría de nosotros no pensamos en todo el trabajo que supone proporcionarnos los alimentos que comemos.
Mientras comes, piensa en todo el trabajo realizado por el agricultor, la empresa de transporte y la tienda donde lo compraste.
Son personas reales que han trabajado duro para proporcionarte los alimentos necesarios para tu supervivencia.
Puedes encontrar más consejos sobre la alimentación consciente aquí: Sencillos pasos para una alimentación consciente.
Actividades conscientes.
Elige una actividad que realices regularmente, por ejemplo, lavar los platos.
Centra toda tu atención en esta actividad y resiste la tentación de dejar que tu mente divague.
Cuando lo hagas, vuelve a centrar tu atención en lavar los platos y piensa en que todo estará limpio y recogido cuando finalices, de esta forma evitaras que tu mente se deje llevar por pensamientos como la pesadez de lavar los platos.
Fíjate en algunos de los movimientos o sensaciones específicas de lavar los platos, como la sensación del agua jabonosa en tus manos, el movimiento circular de fregar el plato o el aclarado. Te sorprenderá ver cómo una actividad tan mundana puede ampliar tu conciencia.
Puedes elegir cualquier actividad que no te guste mucho, como planchar, doblar la ropa, cortar el césped de tu jardín, arreglar algo que sigues posponiendo.
Con el tiempo, empezarás a realizar todas estas actividades con mayor atención plena y viviendo de una forma diferente el momento presente.
Reflexiones finales
Practicar la atención plena y vivir el momento presente es como poner a diario pequeñas cantidades de cambio en un frasco.
Con el tiempo se irán sumando, y esto se traducirá en una mayor paz y felicidad a medida que empieces a vivir el momento presente.
Recuerda que no tienes que hacer las prácticas de mindfulness a la perfección para obtener los beneficios. Lo único que tienes que hacer es volver a traer tu mente al momento presente cuando se desvíe.
Los beneficios de vivir el momento presente están a tu alcance, por mucho que tu mente vaya a toda velocidad.
Si sigues estas prácticas de atención plena, aprenderás a vivir el momento presente y dejarás que la preocupación te visite tan a menudo
Cuando lo hagas, se te abre todo un mundo nuevo.
Sobre el autor de este post.
Pepe Mancilla Jimenez
Blogger, experimentador,minimalista,calvo en continuo desarrollo y librepensador.
Me encanta viajar, el deporte, el coaching y muchas cosas más.
Este es mi blog donde encontraras mis vivencias y experimentos para cambiar y mejorar siempre en la vida.
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