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Dejar de ser indeciso. Elimina estos 4 malos hábitos.
¿A menudo te encuentras paralizado ante la toma de decisiones grandes o pequeñas?
O tal vez siempre cuestionas las decisiones que has tomado en el pasado y de alguna forma te gustaría volver atrás y cambiar la decisión que tomaste.
A todos nos gustan las personas que son decididas, que tienen el control de la situación y que ante cualquier imprevisto no dudan en tomar las decisiones aparentemente correctas.
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Para ello quizás deberíamos mirar qué malos hábitos tenemos cuando vamos a decidir sobre algo.
Pero antes de saber que malos hábitos debes eliminar para dejar de ser indeciso o indecisa vamos a dar un pequeño repaso de las desventajas de vivir siempre con la indecisión.
La indecisión puede tener varias desventajas, entre ellas:
Pérdida de oportunidades: La indecisión puede hacer que se pierdan oportunidades importantes debido a la falta de acción.
Estrés y ansiedad: La indecisión puede causar estrés y ansiedad, ya que las personas se sienten presionadas para tomar una decisión.
Problemas de relaciones: La indecisión puede causar problemas en las relaciones, por el hecho de que las personas pueden percibir a alguien indeciso como poco confiado o inseguro.
Problemas de autoestima: La indecisión puede afectar la autoestima, ya que las personas pueden sentirse inseguras de sus habilidades para tomar decisiones.
Problemas de productividad: La indecisión puede afectar la productividad porque puede retrasar o bloquear el progreso en un proyecto o tarea.
Para dejar de ser indeciso deberías repasar estos 4 malos hábitos.
Constantemente oigo a personas decir, "¡Me gustaría poder ser una persona más decidida!", o "Me gustaría dejar de ser tan indeciso"
La mayoría de las personas no entienden por qué les cuesta tanto tomar decisiones.
Por lo general, lo atribuyen a la genética: "no puedo dejar de ser indeciso, soy como mi padre de indeciso"
O a un tipo de personalidad desafortunada: Mi marido es tan decidido... Solo mira las opciones que tiene y elige sin problema. Desearía ser una persona más decidida y dejar de ser tan indeciso/a.
La cuestión es esta:
La verdadera razón por la que luchas para tomar decisiones con confianza es tu propio auto-sabotaje.
Lo sepas o no, probablemente te has metido en varios malos hábitos que solo refuerzan tu falta de confianza en tus decisiones. Elimina estos hábitos o creencias limitantes y te sentirás mucho más decidido en todas tus decisiones.
Estos son los 4 malos hábitos que debes eliminar para dejar la indecisión a un lado.
Aquí tienes un resumen en video de todo el artículo.
1. Evitas la incertidumbre para no decidir.
Una forma de ver tu problema es que tienes un miedo excesivo a la incertidumbre, al no saber qué va a pasar.
Dejar de ser indeciso requiere de tomar y elegir muchas decisiones que se van a presentar en la vida, obviamente estas decisiones no tienen una respuesta correcta o incorrecta.
Al menos no en el momento en que tomamos la decisión:
Independientemente del tamaño o el impacto de la decisión, la incertidumbre es a menudo una característica clave de la toma de decisiones. Y es la naturaleza humana la que, cuando se enfrenta a lo desconocido nos hace sentir miedo.
Esto tiene sentido visto desde la biología evolutiva: cuanta más certeza tenían nuestros antepasados sobre su vida y su entorno, mejores eran sus probabilidades de supervivencia.
Por otro lado, cuanta más duda e indecisión, más riesgo y peligro hay.
Y aunque la mayoría de nosotros vivimos en una época menos peligrosa que nuestros antepasados cazadores-recolectores, seguimos sintiendo miedo y eso no te ayuda a dejar de ser indeciso.
La cuestión es esta:
El miedo a la incertidumbre es normal, pero no dejes que guíe tus decisiones.
Desafortunadamente, esto es exactamente lo que les sucede a las personas que quiere dejar de ser indecisas.
Crees que estás intentando tomar una buena decisión, pero en realidad intentas sentirte menos ansioso.
Pero en este punto de lo que se trata es de no querer sentir más ansiedad.
El truco, entonces, es afrontar el hecho de que la mayoría de las decisiones implicarán incertidumbre y algo de ansiedad. Esto no quiere decir que esto esté mal.
La verdadera paz mental viene cuando admites que no puedes eliminar la indecisión por completo.
Cuando válidas el desconocimiento de la decisión y tu propia ansiedad sobre ella, se hace mucho más fácil tomar una decisión y seguir adelante.
La próxima vez que te enfrentes a una decisión y te encuentres ansioso por saber en qué dirección ir, pulsa el botón de pausa, céntrate en el presente y recuérdate que la incertidumbre no es algo malo; y tampoco lo es sentirse un poco ansioso.
Cuando abrazas la duda con todo tu corazón, estás entrenando tu cerebro para ver la incertidumbre como un reto, pero no como una amenaza, y este reto es exactamente la forma en que la gente confía en tomar decisiones.
2. Buscas estar tranquilo para no tomar decisiones.
La búsqueda de tranquilidad debilita tu confianza, esto incluye la toma de decisiones con confianza.
Frente a la incertidumbre de una gran decisión, es natural sentirse ansioso. Y cada vez que estamos ansiosos, es natural querer dejar de sentirse tan ansiosos.
El problema es que este instinto visceral para aliviar nuestra ansiedad cambia nuestro enfoque del problema real (tomar una decisión) al problema secundario de sentirnos mal.
Cuando el enfoque principal se convierte en sentirse menos ansioso, una estrategia común para lidiar con ello es buscar la tranquilidad en otras personas: tu mujer, tu novia, un buen amigo, un compañero de trabajo, incluso un niño.
Usar este mecanismo de forma habitual hará que sientas más tranquilo y menos ansioso.
Pero esto no funciona realmente, no a largo plazo. La búsqueda de consuelo temporal nos hace sentir mejor al aliviar nuestra ansiedad en el momento.
Pero también tienden a hacernos más ansiosos y menos confiados a largo plazo porque entrenan nuestras mentes a creer que la ansiedad en sí es peligrosa.
Si cada vez que sientes ansiedad intentas inmediatamente huir de ella o eliminarla, es comprensible que tu cerebro la trate como una amenaza la próxima vez. ¿Y qué sucede cuando tu cerebro percibe que algo es una amenaza?
Te dispara con un montón de ansiedad. Y entras en un círculo vicioso...
El problema con la búsqueda de la tranquilidad es que le dice a tu cerebro que la ansiedad que acompaña a la toma de decisiones es peligrosa.
Esto significa que cada vez que te enfrentas a una decisión que te hace sentir un poco más ansioso, tu cerebro va a hacer que te sientas aún más ansioso.
Y toda esta ansiedad es exactamente lo contrario de lo que buscamos: La toma de decisiones con confianza.
En última instancia, tu mente confía más en tu comportamiento que en tus palabras.
Si te dices a ti mismo que tienes confianza en ti mismo, pero luego pides a otras personas que te tranquilicen y que te den consejo, tu mente va a ser escéptica y las decisiones producirán cada vez más ansiedad.
Por otro lado, si estás dispuesto a sentirte ansioso y a tomar una decisión de todos modos (y a vivir con ella), estás entrenando a tu cerebro para que vea que la ansiedad que acompaña a la toma de decisiones no es gran cosa. Lo que significa que te sentirás cada vez más seguro al tomar decisiones futuras.
En resumen:
3. Intentar evitar errores con demasiada fuerza y frecuencia.
Otra razón importante por la que la gente lucha con la toma de decisiones con confianza es que están aterrorizados de cometer un error.
Tener miedo es normal, que te paralice en la toma de decisiones puede resultar fatal.
El miedo a cometer errores normalmente tiene dos fuentes:
El común denominador en ambos casos es que no tienes un conocimiento real de las consecuencias de los errores en tu vida actual.
Tu cerebro reptiliano está aterrorizado de que tus errores te lleven a algo horrible. Y por mucho que tú u otros te traten de convencer, no les creerás sin pruebas reales que afirmen lo contrario.
Esto significa que la clave para que muchas personas se vuelvan más confiadas al tomar decisiones es empezar a cometer algunos errores a propósito.
Exponerse a propósito a errores menores es la única manera de convencer a tu cerebro de que los errores no son peligrosos.
Ahora, obviamente no te voy a sugerir que intencionadamente cometas errores que tengan riesgos graves para ti. Hablo de errores que te aterrorizan aunque sepas racionalmente que no son peligrosos.
Por ejemplo:
Al cometer intencionadamente algunos pequeños errores es como inocularte a ti mismo el miedo irracional de cometer errores, lo que te ayudará a sentirte más seguro al tomar decisiones futuras.
4. Necesidad de sentirte siempre con el control
Otra fuente importante de falta de confianza en la toma de decisiones es una necesidad de controlarlo todo.
El concepto de "problemas de control" se usa como una explicación de la psicología popular para casi todo. Y por mucho que se use mal, tener serios problemas de control es un fenómeno muy real. Y es un ingrediente por el cual tantas personas luchan por tomar decisiones con confianza.
Así es como funciona:
Bien, esa es la psicología de los problemas de control en pocas palabras.
¿Pero cómo se relaciona esto exactamente con el hecho de volverse más decidido o dejar de ser indeciso?
A veces, muchas de las decisiones difíciles que tenemos que tomar implican un grado de impotencia y falta de control.
Por ejemplo, tu jefa te llama a su oficina y te da malas noticias:
La compañía está reduciendo su personal y puedes:
A) quedarte con el 80% de tu salario, o B) tomar una pequeña indemnización por despido y buscar un nuevo trabajo.
Ahora, a pesar de que tienes cierto control sobre la decisión que debes tomar, hay mucha impotencia. Estás perdiendo el control sobre tu salario o tu trabajo y no hay nada que puedas hacer al respecto.
El que toma decisiones con confianza acepta el hecho de que está bastante indefenso y sigue adelante ejerciendo el control con confianza donde puede.
Pero la persona indecisa, debido al hábito de negar la falta de control, pasa horas o días con la ilusión de que si solo piensa lo suficiente en la situación será capaz de ejercer el control.
Desafortunadamente, el 99% de las veces esto no sucede y, además de tener que tomar la difícil decisión de todos modos, han acumulado horas o días de estrés y ansiedad que proviene de cuestionar y preocuparse por la decisión.
La gente que toma decisiones acepta con confianza la realidad tal como es.
En lugar de vivir en un estado perpetuo de ilusión, han construido una tolerancia a sentirse indefensos y fuera de control.
Esto significa que cuando se enfrentan a decisiones sobre las que no tienen tanto control como les gustaría, son capaces de avanzar rápidamente y con confianza sin todo el estrés y la ansiedad que conlleva la indecisión.
Si quieres empezar a sentirte más seguro con tus decisiones, enfréntate a la realidad de que no tienes y nunca tendrás tanto control como quisieras. Y eso está bien.
Construye tolerancia a la sensación de impotencia y te encontrarás sintiéndote mucho más seguro con todas tus decisiones, grandes o pequeñas.
Todo lo que necesitas saber
La capacidad de ser decisivo y de tomar decisiones con confianza no es un rasgo de personalidad o un don genético. Es una habilidad que puede ser construida. Y la mejor manera de construirla es dejar ir los hábitos que interfieren con ella:
Libros para dejar de ser indeciso.
Aquí te dejo un buen par de libros que hablan sobre la toma de decisiones.
Un pequeño empujón
El impulso que necesitas para tomar mejores decisiones sobre salud, dinero y felicidad.
Cass R. Sunstein y Richard H. Thaler, premio Nobel de Economía, observan cómo nuestras percepciones y decisiones dependen del modo en que se organizan ante nosotros las diferentes opciones.
Pensar rápido, pensar despacio
Ofrece enseñanzas prácticas e iluminadoras sobre cómo se adoptan decisiones en la vida profesional o personal, y sobre cómo podemos usar distintas técnicas para protegernos de los fallos mentales que nos crean problemas. Pensar rápido, pensar despacio cambiará para siempre nuestra manera de pensar sobre cómo pensamos
Cómo empezar a vivir el momento presente y dejar de preocuparteEn este
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Sobre el autor de este post.
Pepe Mancilla Jimenez
Blogger, experimentador,minimalista,calvo en continuo desarrollo y librepensador.
Me encanta viajar, el deporte, el coaching y muchas cosas más.
Este es mi blog donde encontraras mis vivencias y experimentos para cambiar y mejorar siempre en la vida.
Daniel
Excelente post.
Me fue de gran ayuda a comprender cómo trabaja mi inconsciente ante los problemas y lo que tengo que mejorar.
Pepe Mancilla
Me alegro de que te ayude, un saludo Daniel.