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5 lecciones que he aprendido de las carreras de montaña.
Cuando empecé a correr, había oído a la gente hablar de cómo había cambiado su vida. ¡Ja! Me reí de la idea.
¿Cómo es posible que correr sea algo tan profundo como para tener algún tipo de impacto que no sea solo físico?
"Dedicado a Daniel Ortega Cano. Pronto volveremos a cabalgar los cerros."
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12 meses después de empezar a correr ya no me reía.
Correr ha elevado mi vida de una manera que no esperaba.
He llegado a conocerme a mí mismo y a mis capacidades. También he cambiado físicamente, lo que me ha hecho sentir más fuerte y poderoso que antes. En definitiva he conseguido cambiar algunas creencias limitantes que tenía.
He alcanzado metas financieras, profesionales y físicas que nunca pensé que alcanzaría. Ha cambiado mi forma de pensar, siento que tengo un nuevo cerebro.
Estas son las cinco lecciones más importantes que he aprendido desde que empecé a correr carreras de larga distancia.
1. Si eres consistente, obtendrás resultados.
Parece de cajón, ¿verdad? No he sido consistente para nada realmente durante un buen número de años.
Cuando empecé a correr me resultó difícil. No me gusta estar en un nivel bajo así que pase tiempo (demasiado) investigando.
Pasé horas en YouTube analizando la forma de correr de los corredores de élite, cómo alimentan sus cuerpos, qué zapatillas son las mejores, etc.
Y sí, saber más información sobre como correr es útil. Pero si no pones tu cuerpo a correr echando horas y más horas, no puedes convertirte en un buen corredor.
Igual en la vida, para construir cualquier relación personal, tu propia empresa, un buen trabajo, una carrera universitaria. La constancia es la mejor arma disponible.
Lo único que necesitas hacer es salir y hacer el trabajo. Incluso si no eres bueno en ello. Incluso si te duele al principio.
Salir, estar y hacer lo que puedas tiene mucho valor, aunque sea mucho menos de lo que esperas. Los resultados vendrán.
Ponerte en acción es lo que te lleva a un nuevo nivel en tu vida.
Esta lección ha sido especialmente relevante para mí. He tenido un cambio de mentalidad y he empezado a trabajar en el apasionante mundo digital, prueba de ello es este blog y varias páginas webs en las que trabajo constantemente.
Me siento desafiado cada día, hay mucho que aprender. Confío en el proceso de estar, salir, hacer y dar lo mejor de mí.
Mirando hacia atrás, no puedo creer lo mucho que han crecido mis capacidades.
2. Para lograr grandes metas, simplemente ejecuta el plan.
Cuando se trata de grandes metas y grandes propósitos, necesitas "el plan".
Y no solo eso, también necesitas saber que eres capaz de ejecutar ese plan.
Necesitas entrenarte para ello. De la misma manera que estudiamos para obtener un título, tenemos que poner las horas para una carrera, para un ascenso, o para hacer un gran movimiento en tu vida si quieres darle un giro radical
Cualquiera que sea el plan, desglósalo y analiza qué habilidades necesitas para alcanzarlo.
Si quieres correr una carrera por montaña de 57 kilómetros como la Animal Trail, (mi amigo Dani y yo la hicimos, fue nuestra primera gran carrera de trail), necesitas ser capaz de correr un poco, también necesitas saber qué combustible necesita tu cuerpo para hacer la distancia, y necesitas estar mentalmente preparado para empujar cuando sientas que no te queda nada.
El día de la carrera es el día de ejecutar el plan. En ese momento y si has ejecutado cada parte del plan y has entrenado tu cerebro para correr, sabrás que puedes hacerlo.
3. Lento y constante puede que no gane carreras, pero me permite perseverar en la dirección correcta sin quemarme.
Cuando empece a correr supuse que me convertiría en un corredor más rápido después de 6 meses de correr constantemente. Y así fue durante mucho más tiempo en donde bajar el tiempo era como una obsesión.
Después de correr en asfalto durante algunos años, comencé a probar las carreras de montaña, y me enamoré de ellas.
Admito que disfruto corriendo despacio y con constancia, estando en la naturaleza, haciendo fotos y disfrutando del entorno natural que me rodea. Ya no siento la necesidad de acelerar mi ritmo.
Dejé de pensar que era algo que tenía que hacer, y me permití disfrutar de mi ritmo de caracol.
Entrenar de esta manera me ha hecho sentir que he construido mi propio motor, y que puedo seguir corriendo todo el día.
He reflexionado sobre esto y me he dado cuenta de lo poderoso que me hace sentir. Sé que siempre llegaré a mi destino.
No hay una verdadera necesidad de apresurarse para lograr algo. Llegar allí despacio y cómodamente es una sensación agradable, ¡incluso si todo el mundo te ha estado esperando! Por lo menos habrás disfrutado del viaje, y te habrás llevado recuerdos imborrables.
4. Cuando las cosas se ponen difíciles, es una oportunidad para crecer.
Hubo un momento en mi entrenamiento en el que mi cerebro accionó un interruptor y me hizo pensar.
Antes de eso, cuando me cansaba demasiado, o me dolían las piernas, me permitía parar. Pensaba; ya lo he hecho bien, me siento bien y feliz de salir a correr.
Pero un día me di cuenta de que si era difícil, si me dolían las piernas o estaba realmente cansado, esta era mi oportunidad de sentirme como me sentiría el día de la carrera.
Era una oportunidad para entender la diferencia entre el esfuerzo y el esfuerzo percibido, para ver de qué realmente era capaz.
Es durante esos momentos cuando ocurre el entrenamiento mental.
La fuerza mental es a lo que se reduce todo cuando se corren carreras de larga distancia. Si no hubiera tenido la oportunidad de entrenar mi fuerza mental durante los entrenamientos, no habría estado preparado para correr mi primer ultra.
Hay mucho que aprender en los momentos difíciles.
Podemos aprender cómo nuestro cerebro a menudo trata de engañarnos para que caminemos en lugar de correr.
Así mismo te vas a encontrar como la vida nos anima a tomar el camino más corto y agradable y dejar el esfuerzo a un lado, este esfuerzo extra es lo que realmente nos va a llevar a un cambio en nuestra vida.
5. Soy más fuerte de lo que pensaba, puedo hacer cosas difíciles.
Volver a aprender esto cada pocos meses, es agradable.
Antes de empezar a correr no me sentía particularmente fuerte. Nunca pensé que correría más de 10 kilómetros sin morir. A los pocos meses de entrenamiento corrí mi primera media maratón.
Después vino mi primera maratón y ese mismo año mi primera carrera de más de 100 km, los 101 Km de Ronda.
Tenía que adaptar mi entrenamiento a mi horario de trabajo y las carreras de entrenamiento las hacía desde el trabajo hasta el hotel.
Era consistente, tenía un plan con todas las fases definidas y lo estaba ejecutando pese a las inclemencias del tiempo, pese a las horas de salida del trabajo.
En esos momentos lo único que había en mi cabeza era ejecutar el plan.
Realmente sentía que era imparable.
Cuando estaba en la línea de salida de los 101 Km de Ronda, decidí hacer lo que había entrenado los meses atrás y ejecutar el plan.
Tomé fotos. Devoré mis geles de chocolate a cada hora (me encantan esas cosas). Llamé por video a mi familia a los 50 kilómetros para quedar con ellos y verlos, lloré cuando se puso difícil. Revisé mi mapa cuando vi lo empinado que parecía el terreno.
Me reí cuando llegué a la marca de la maratón y un rebaño de ovejas corrió a lo largo del camino conmigo, aparentemente tan excitadas como yo.
Dudé de mí mismo cuando oscureció y tuve la esperanza de terminar para entonces. No puedo creer que haya corrido 101 kilómetros por mi cuenta.
No hay límite para lo que podemos hacer, por muy tópico que sea decirlo.
Los objetivos difíciles son alcanzables. Te sorprenderá cuando marques el primero grande, y entonces te darás cuenta de lo mucho que puedes lograr.
Sobre el autor de este post.
Pepe Mancilla Jimenez
Blogger, experimentador,minimalista,calvo en continuo desarrollo y librepensador.
Me encanta viajar, el deporte, el coaching y muchas cosas más.
Este es mi blog donde encontraras mis vivencias y experimentos para cambiar y mejorar siempre en la vida.
Daniel Chaves
Me encanta, GRANDE AMIGO¡¡¡ GRACIAS por crear este espacio de desarrollo y encuentro donde crecer y enamorarse de quien somos.
Pepe Mancilla
Gracias a ti Dani por ser fuente de todo esto. Gracias por el comentario. Un fuerte abrazo maquina.
Migue
Es increíble lo que tu cerebro puede llegar a conseguir, estar fuerte físicamente para alcanzar este tipo de objetivos es( diría yo sin hacer muchos cálculos), de un 25% del total de todo ese esfuerzo, con los años he aprendido que cuando el cuerpo dice basta, es la mente la que dice: ” Adelante!!.
Salté de un avión en marcha 11 veces sin perder ni el miedo ni el vértigo, pero lo hice.
Subí al Mulhacen donde el oxígeno escasea con graves problemas de asma con una gran mochila, un pilolet y unos crampones. Me vi sumergido a 50 metros de profundidad bajo el mar con esos mismos problemas…
La mente es maravillosa.
Grande Pepe!!!
Pepe Mancilla
Hola Migue, muchas gracias por tu comentario. Así mismo es, la mente es maravillosa y es la mejor herramienta que tenemos para conseguir nuestras metas. Solo se trata de no limitarla.